Es un ejercicio que realiza cada colegio de manera previa a la visita. Se constituye en un momento especial de examen y discernimiento comunitario.

Se hace a través de los indicadores construidos a partir de la formulación de la misión de la Compañía de Jesús, las preferencias apostólicas universales, los acuerdos del JESEDU y los identificadores globales de un colegio jesuita (infografía: Colegios jesuitas al servicio de nuestra misión universal: una perspectiva integral).

Al final se elabora un informe de autoevaluación.

Inspirados por el examen Ignaciano, cada colegio realizará un ejercicio de autoevaluación institucional que les permita:

• Identificar sus fortalezas y dar gracias por sus logros.
• Reconocer qué cosas se pueden hacer mejor y detectar donde están las dificultades y los obstáculos.
• Discernir cuáles son sus desafíos futuros y las oportunidades para potenciar su misión y hacerla  más pertinente para su contexto.

Esta autoevaluación institucional se hará a partir de indicadores inspirados en los diez identificadores globales de los colegios jesuitas y servirá de línea de base para diseñar, en un ambiente de discernimiento en común, la agenda de la visita.