Portada  /  Publicaciones  /   Estilo de vida  /  Estilo de Vida - Físico  

La docencia a la luz de un estilo de vida físico

La docencia a la luz de un estilo de vida físico

< Anterior |Siguiente >


Compartir:

En el contexto escolar, los niños, niñas y adolescentes se enfrentan a dilemas sociales y culturales derivados de la globalización que, en cierto modo, generan transformaciones en su desarrollo humano e involucran sus estilos de vida, que inciden en su calidad de vida futura. En este sentido, ante los nuevos retos educativos en materia de promoción, prevención y concienciación de los estilos de vida saludables que favorezcan el desarrollo del bienestar en el contexto escolar, el maestro asume la responsabilidad de transmitir conocimientos desde el ejercicio de la docencia, a partir de procesos pedagógicos didácticos de enseñanza y aprendizaje.

Desde una perspectiva del estilo de vida físico, el rol del maestro se centra en desarrollar nuevas propuestas pedagógicas que resignifiquen la formación corporal como una dimensión esencial de la experiencia humana, permitiendo a los estudiantes aprender con el cuerpo. En el contexto escolar, es esencial que los maestros fomenten hábitos saludables que promuevan la salud física a través de estrategias pedagógicas adecuadas, que inspiren a los estudiantes a adoptar un estilo de vida activo y equilibrado.

La formación corporal es parte del desarrollo humano y se manifiesta a lo largo de la vida a medida que el ser humano experimenta cambios físicos, como el crecimiento corporal y la madurez psicomotriz.

Estos cambios no solo abarcan la educación corporal en un sentido estricto, sino también una serie de prácticas y conocimientos que promueven la salud y el bienestar integral de los estudiantes.

El desafío consiste, entonces, en establecer parámetros que respondan a las diversas necesidades del contexto escolar actual. Esto implica, asimismo, que los maestros se adapten a formas de enseñanza que resuenen con los estudiantes de esta generación globalizada, facilitando un aprendizaje relevante y significativo para ellos.

El maestro puede fomentar la participación en actividades como deportes, danzas o clubes de actividad física, permitiendo a los estudiantes explorar distintas formas de ejercicio y encontrar aquellas que más disfrutan, contribuyendo así al desarrollo de su estilo de vida físico. Estas actividades no solo promueven la formación corporal, sino también la socialización y el trabajo en equipo.

Desde esta perspectiva educativa formal, este libro propone 16 actividades de apoyo para las clases, que contienen experiencias y vivencias corpóreas, fomentando la expresión de la motricidad humana a través de prácticas situadas que contribuyen a un estilo de vida físico saludable. Estas actividades se organizan en cuatro categorías: «práctica corporal, nutrición, conducta preventiva y calidad del sueño», integradas en el currículo escolar para que todos los estudiantes, independientemente de su habilidad física, puedan participar y beneficiarse, enriqueciendo así su formación corporal y promoviendo el desarrollo de un estilo de vida saludable.

Desde el contexto educativo formal, este libro propone 16 actividades de apoyo para las clases, que contienen experiencias y vivencias corpóreas, fomentando la expresión de la motricidad humana a través de prácticas situadas que contribuyen a un estilo de vida físico saludable. Estas actividades se organizan en cuatro categorías: «práctica corporal, nutrición, conducta preventiva y calidad del sueño», integradas en el currículo escolar para que todos los estudiantes, independientemente de su habilidad física, puedan participar y beneficiarse, enriqueciendo así su formación corporal y promoviendo el desarrollo de un estilo de vida saludable.


Dra. Alba Lucy Guerrero Díaz
Decana
Facultad de Educación
Pontificia Universidad Javeriana



La docencia a la luz de un estilo de vida físico

< Anterior |Siguiente >

Estilo de Vida - Físico

La docencia a la luz de un estilo de vida físico


Compartir:

En el contexto escolar, los niños, niñas y adolescentes se enfrentan a dilemas sociales y culturales derivados de la globalización que, en cierto modo, generan transformaciones en su desarrollo humano e involucran sus estilos de vida, que inciden en su calidad de vida futura. En este sentido, ante los nuevos retos educativos en materia de promoción, prevención y concienciación de los estilos de vida saludables que favorezcan el desarrollo del bienestar en el contexto escolar, el maestro asume la responsabilidad de transmitir conocimientos desde el ejercicio de la docencia, a partir de procesos pedagógicos didácticos de enseñanza y aprendizaje.

Desde una perspectiva del estilo de vida físico, el rol del maestro se centra en desarrollar nuevas propuestas pedagógicas que resignifiquen la formación corporal como una dimensión esencial de la experiencia humana, permitiendo a los estudiantes aprender con el cuerpo. En el contexto escolar, es esencial que los maestros fomenten hábitos saludables que promuevan la salud física a través de estrategias pedagógicas adecuadas, que inspiren a los estudiantes a adoptar un estilo de vida activo y equilibrado.

La formación corporal es parte del desarrollo humano y se manifiesta a lo largo de la vida a medida que el ser humano experimenta cambios físicos, como el crecimiento corporal y la madurez psicomotriz.

Estos cambios no solo abarcan la educación corporal en un sentido estricto, sino también una serie de prácticas y conocimientos que promueven la salud y el bienestar integral de los estudiantes.

El desafío consiste, entonces, en establecer parámetros que respondan a las diversas necesidades del contexto escolar actual. Esto implica, asimismo, que los maestros se adapten a formas de enseñanza que resuenen con los estudiantes de esta generación globalizada, facilitando un aprendizaje relevante y significativo para ellos.

El maestro puede fomentar la participación en actividades como deportes, danzas o clubes de actividad física, permitiendo a los estudiantes explorar distintas formas de ejercicio y encontrar aquellas que más disfrutan, contribuyendo así al desarrollo de su estilo de vida físico. Estas actividades no solo promueven la formación corporal, sino también la socialización y el trabajo en equipo.

Desde esta perspectiva educativa formal, este libro propone 16 actividades de apoyo para las clases, que contienen experiencias y vivencias corpóreas, fomentando la expresión de la motricidad humana a través de prácticas situadas que contribuyen a un estilo de vida físico saludable. Estas actividades se organizan en cuatro categorías: «práctica corporal, nutrición, conducta preventiva y calidad del sueño», integradas en el currículo escolar para que todos los estudiantes, independientemente de su habilidad física, puedan participar y beneficiarse, enriqueciendo así su formación corporal y promoviendo el desarrollo de un estilo de vida saludable.

Desde el contexto educativo formal, este libro propone 16 actividades de apoyo para las clases, que contienen experiencias y vivencias corpóreas, fomentando la expresión de la motricidad humana a través de prácticas situadas que contribuyen a un estilo de vida físico saludable. Estas actividades se organizan en cuatro categorías: «práctica corporal, nutrición, conducta preventiva y calidad del sueño», integradas en el currículo escolar para que todos los estudiantes, independientemente de su habilidad física, puedan participar y beneficiarse, enriqueciendo así su formación corporal y promoviendo el desarrollo de un estilo de vida saludable.


Dra. Alba Lucy Guerrero Díaz
Decana
Facultad de Educación
Pontificia Universidad Javeriana